Facebook no sabe adónde fueron a parar los datos filtrados a través de aplicaciones de terceros
La red social se ha comprometido a rastrear la información perdida de sus usuarios, pero la tarea estaría siendo más engorrosa de lo anticipado
Hace alrededor de tres meses, Mark Zuckerberg dijo que Facebook se comprometería a investigar todas las aplicaciones que hayan tenido acceso a grandes cantidades de información de los usuarios de la red social, pero la promesa hecha por el fundador y actual CEO de la poderosa red social parecería ser más difícil de cumplir de lo que se pensaba.
En medio de una investigación interna liderada por Ime Archibong, vicepresidente de alianzas de producto de Facebook, y como parte de un esfuerzo iniciado para poder responder a los reclamos de miembros del Congreso por identificar el paradero de los datos filtrados de usuarios de la red social a través de aplicaciones desarrolladas por terceros, un nuevo problema complica la actual situación de la plataforma creada por Mark Zuckerberg.
¿Cuál es el paradero de los datos que se filtraron entre 2007 y 2015? Un artículo del periódico financiero The Wall Street Journal asegura que la faraónica tarea de rastrear la información digital le está generando un enorme dolor de cabeza a Facebook.
El propio Archibong reconoció que, más allá de que la mayoría de los desarrolladores han colaborado con la iniciativa, el proceso requiere de un trabajo de tipo investigativo que no será resuelto de la noche a la mañana.
El WSJ asegura que la investigación interna liderada por la red social sobre el potencial uso indebido de datos de sus usuarios está siendo obstaculizada por la dura realidad de que no pueden saber qué ocurrió con la información una vez que salió de la plataforma.
La firma está analizando minuciosamente su sistema para poder ubicar a los desarrolladores detrás de los productos involucrados en la recolección indebida de información, en un proceso que aseguran costará millones de dólares.
El artículo asegura que una de las mayores trabas para lograr avanzar radica en el hecho de que la mayoría ya no se encuentra en funcionamiento, al haber cerrado sus operaciones. En otros casos, se encuentran activos pero no muestran intenciones de responder a los pedidos de Facebook.
«Tienen que ir hacia atrás y pensar cómo fue que esas aplicaciones fueron diseñadas en ese entonces» compartió Archibong, en un intento por justificar su lento accionar. Facebook asegura haber suspendido a 200 aplicaciones por haber, potencialmente, violado sus normas.
Hasta el momento, representantes de la red social han denegado los pedidos de información específica acerca de los avances de la investigación ni tampoco han podido identificar a las apps suspendidas hasta el momento.